La historia de Ana Verde y Mijo tiene un Dinosaurio empieza hace muchos años cuando ellos dos eran primos y sus vidas se relacionaban en casa de sus abuelitos. Era durante los fines de semana, cuando Mijo viajaba de la Ciudad de México a Puebla para visitar a la familia paterna que se veían en un entorno familiar repleto de amor y el cariño.
Ana Verde y A. Salomón
Cuando Ana Verde se enteró que su tío había decidido divorciarse, le pareció entendible. Sin embargo, cuando la mamá de Mijo decició bloquear todo contacto entre Mijo y la familia paterna, miles de emociones encontradas se despertaron en la mente y el corazón de Ana.
Pasaron algunos años y la familia entera quedó totalmente excluida de la vida de uno de los más queridos nietos: Mijo.
El papá inició un proceso legal para recuperar la sana convivencia con su hijo, al mismo tiempo que decidió escribir un librito para que Mijo conociera la otra cara de la moneda: la historia de la familia que le fue negada.
Así es como Ana Verde y Mijo tiene un Dinosaurio se volvieron a encontrar, no fisicamente pero si en algún del universo donde las palabras de Ana y el espíritu de su primo pudieron estar juntos, sin nada ni nadie que lo impidiera.
Mijo tiene un dinosaurio es un acto de amor, como todas las acciones que Alfredo ha realizado en torno a su hijo Nicolás, mi primo, a quien extrañamos desde hace cuatro años. Con él, esperamos las familias alienadas, rotas, provocar un cambio en las conciencias y que su inercia si bien no nos reúna, nos haga creer que es posible y trabajar por que la ficción alcance una vez más a la realidad. Gracias y #amoranico.
Ana Verde en Crónicas de Ana Verde.
Tal vez ese fue el día en que más cerca pudo estar Ana de su primo que hasta el día de hoy sigue obstruido y a quien le han negado su derecho a convivir, no solo con su papá sino con todo un linaje familiar.
El texto que Ana Verde leyó esa tarde en algún lugar del Pasaje Zócalo- Pino Suarez un 15 de Mayo de 2018, lo puedes encontrar íntegro en el blog de Ana Verde.